jueves, 19 de marzo de 2009


Que tu mujer te engañe hasta con los buzones, que al acostarse junto a tí, se metamorfosee en sanguijuela, y después de parir un cuervo, alumbre una llave inglesa. Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto, para que los espejos al mirarte se suiciden de repugnancia. Que tu único entretenimiento consista en instalarte en la sala de espera de los dentistas, disfrazado de cocodrilo, y que te enamores.. tan locamente de una caja de hierro, que no puedas dejar, ni un solo instante.. de lamerle la cerradura.

Que cuando quieras decir: "Mi amor" digas: "Pescado frito".

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