No recuerdo bien su cara, ni su voz ni su mirada. No recuerdo sus historias ni sus penas ni sus glorias.
Lo que a veces me lo encuentro caminando entre mis sueños, me recuerdo un sentimiento del que ya no somos dueños.
Lo recuerdo en la pereza de una rutina que empieza, lo recuerdo preocupada por lo que hoy no vale nada.
La recuerdo en sus dilemas entre cuentas y poemas, en el ruido de la calle perdido siempre en los detalles. Lo recuerdo, sin vergüenza, lo recuerdo en un segundo en que llego a lo mas profundo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario